Dicen que hay viajes que te marcan para siempre....

Después de un tiempito en casa, cuando las cosas empiezan a asentarse, siento que India, su gente, sus lugares, sus olores, su caos, su magia, su espiritualidad mundana, y su divinidad camuflada entre un alguito de ruido y alguna botella de plástico tirada por el suelo de más, ha sido de esos viajes que cambien en cierto modo tu esencia.


Ando todavía con un pie allí, en Goa y su monzón, con mi práctica de Yoga mañanera y nuestras comidas multitudinarias, los paseos en moto, los atardeceres en la playa, las lecturas, libros.....
Otro pie en Rishikesh y la espectacularidad del Ganga, sentarse a su orilla y sentir como el frío que emana de sus aguas te va calando poco a poco....la neblina que se apodera de todo al anochecer....


Un cachito de mi corazón se quedó también allí y aún espero a que regrese....


Ahí va un pellizco de ese viaje, que más que viaje ha sido un aprendizaje...de mi misma, de ellos, de ti.....